Asume el rechazo, asume que eres la regla, no la excepción. Es embriagadoramente liberador, pero también sabemos que no se trata de un concepto fácil, porque lo que hacemos es lo siguiente: salimos con un hombre, nos ilusionamos con él, y entonces él hace algo que nos decepciona un poco. Luego empieza a hacer cosas que nos decepcionan un poco más, y nos continúa decepcionando... Entonces nos "ponemos el chip" de las hiperexcusas durante varias semanas, o tal vez meses, porque lo último que queremos pensar es que ese hombre tan genial con quien estamos tan ilusionadas está en camino de convertirse en un canalla. Intentamos encontrar alguna explicación a su comportamiento, cualquier explicación, por ridícula que sea, salvo la única explicación verdadera: no está loco por mí..
Cadaqués, Ampuriabrava, Passarella.. recuerdos de verano en la Costa Brava.